No cantaban. Atraían.
Tipo: Orígenes (Criatura legendaria)
Antes de ser bellas, eran monstruosas.
Antes de seducir, devoraron.
Las primeras sirenas… no tenían nada que ver con las criaturas de pelo mojado que hoy se venden como figuritas.
No eran humanos.
No eran marines.
Eran… intermedios .
En los textos más antiguos aparecen en la antigua Grecia, en la Odisea de Homero.
Ulises, atado a su mástil, ruega a sus marineros que no lo desaten cuando oye sus cantos.
Pero en esta historia, las sirenas tienen alas .
Invernaderos.
Plumas.
Y la parte inferior del cuerpo de un pájaro.
Sin caída libre.
Sin cáscara perlada.
Sólo una canción irresistible... que conduce al naufragio.
¿De dónde viene entonces esta imagen del cuerpo de una mujer medio sumergida?
Debemos atravesar los siglos.
Y navegar más lejos.
En África Occidental, cuentos antiguos hablan de Mami Wata , una mujer espíritu con cola de pez, tan temida como admirada.
Ella no sólo atrae a los hombres: los hechiza , los vuelve locos, o ricos, o estériles.
Pero ella siempre exige algo a cambio.
En el folclore escandinavo, las Havfrue (literalmente “mujeres del mar”) son al mismo tiempo guías y amenazas.
Ellos cantan.
Pero no para entretener.
Cantan para advertir...o para ahogar.
Más tarde, en la Edad Media, los marineros portugueses creyeron haber visto criaturas extrañas en las costas de África y Brasil.
Formas humanas.
Pero borroso.
Los testigos hablan de piel brillante y manos palmeadas.
Las hipótesis modernas hablan de manatíes...
Pero incluso los científicos admiten que algunas historias son difíciles de explicar.
Y luego están los mapas antiguos.
Aquellos en los que escribimos al borde del océano:
“Aquí están las sirenas.”
Aquí viven las sirenas.
ENTONCES…
¿Son estas leyendas?
¿Símbolos del miedo al mar abierto?
¿O los ecos distorsionados de encuentros muy reales, ahora olvidados?
Una cosa es segura:
Las sirenas no nacieron de Disney.
Vienen de una necesidad más antigua.
Eso de explicar lo que vemos… cuando estamos demasiado lejos de la orilla .