El pasajero que desaparece
Tipo: Leyenda urbana (Francia)
Palavas-les-Flots, en Hérault.
Un tranquilo balneario, conocido por su playa, sus atracciones... y su leyenda.
La de una mujer vestida de blanco, que sólo se puede ver de noche, al costado de la carretera D986.
Desde los años 1980, los testimonios se han ido acumulando.
Siempre la misma historia.
Un conductor conduce solo, con retraso, dirección Montpellier.
Una figura está parada al costado del camino.
Blanco. Inmóvil.
Él disminuye la velocidad, abre la ventana. Ella asiente.
Él la hace subir.
El silencio en el coche es pesado.
Ella no habla. O casi no habla.
Sólo una frase, dicha en tono frío:
—Ve más despacio. Vas a tener un accidente.
Y luego… nada.
Cuando el conductor se da la vuelta, ella ya no está.
Varios automovilistas han reportado este escenario, que es casi idéntico.
No son adolescentes que buscan algo emocionante.
Padres de familia.
Jubilados.
camioneros.
Los gendarmes locales recibieron estos testimonios.
Los archivaron por falta de pruebas.
Pero los leyeron.
El origen exacto de esta leyenda aún no está claro.
Algunos dicen que una joven fue asesinada a tiros en los años 70 en mitad de la noche después de una discusión en una fiesta.
Otros hablan de un accidente anterior, en 1937, cuando una novia murió camino a la ceremonia.
Pero tampoco existe ningún archivo claro que lo confirme.
Lo que es cierto es que los informes persisten.
En 2001, un hombre contó a Midi Libre una experiencia similar cerca de la rotonda de entrada a Palavas.
Los investigadores de parapsicología se han interesado por ello.
Hablan de egregores , de repeticiones emocionales, de memoria de lugar.
Pero para los lugareños, es más sencillo.
Dicen:
No conduzcas demasiado rápido entre las 23:00 y las 2:00. En esa carretera, no.
Porque esta Dama Blanca no grita.
Ella no se rasca.
Ella advierte.
Como si la muerte que sufrió se negara a repetirse.
Y que su aparición no era una maldición...
Pero un último intento para salvar a los que aún están escuchando.